MARCHA POR VENEZUELA Y ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA PAZ LA SOBERANIA Y CARTA ¡NO A LA OEA!

JORNADA ANTIIMPERIALISTA

¡No al intervencionismo norteamericano a través de la OEA en América

Latina y el Caribe!

 NO permitiremos más intervenciones en Nuestra América Latina y El Caribe, señor Almagro usted es persona Non grata en México, fuera la OEA de la Patria Grande, Venezuela NO está sola! Y como lo decía nuestro Comandante Hugo Chávez yankee go home!

Viernes, 16 de junio

sábado 17 de junio 

ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS POR LA PAZ, LA SOBERANIA Y EL FUTURO

10AM, Auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)

Insurgentes Centro 98, Ciudad de México

(Metrobus Linea 1, Estación Plaza de la República)

MARCHA ANTIIMPERIALISTA

4PM, de la Embajada Norteamericana al Hemiciclo a Juárez

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Carta a los Pueblos y naciones de Indoamérica, de nuestra Abya Yala

Nosotras y nosotros en representación del Pueblo de México venimos a ratificar nuestra no pertenencia a la Organización de Estados Americanos (OEA) porque es contraria a los principios de Soberanía y derechos los pueblos sancionados por la Constitución Mexicana de 1917.

Quienes hoy usurpan la dirección del Estado y el gobierno de nuestro país no gozan de ninguna autoridad legal y legítima para convenir tratado o acuerdo internacional alguno, en la medida que su investidura como representantes de la República fue resultado del fraude y la imposición electoral y porque en las últimas décadas establecieron gobiernos contrarios a los principios que nuestra Constitución sanciona. Gobiernos antinacionales que convirtieron al Estado mexicano en un protectorado al servicio de la Casa Blanca y de las trasnacionales. Enrique Peña Nieto y su personero Luis Videgaray, además de Luis Almagro son los lacayos en turno del gobierno encabezado por Donald Trump.

Repudiamos la presencia de la OEA en México porque es una agencia más del Imperio estadounidense, su "Ministerio de Colonias", que ha contribuido de manera directa en el proceso de golpes de estado"técnicos"  que al menos desde 1988 a través de fraudes electorales, golpes a la Constitución, el magnicidio y la violencia, prepararon el camino a la instalación de una moderna dictadura cívico militar que se mantiene en poder por el respaldo de Washington.

Condenamos a la OEA porque es un cómplice activo en la comisión de delitos de lesa humanidad que a nombre del "Libre Mercado" y el combate a la delincuencia se han cometido deliberadamente contra el pueblo mexicano a manos del Estado mexicano, las trasnacionales y el Imperio de los Estados Unidos. Crímenes de tal magnitud que las leyes actuales no alcanzan para juzgarlos.

Rechazamos la permanencia de la representación de la OEA en México porque ha sido garante de todo tipo de transgresiones al derecho internacional, a los derechos de los pueblos y a los derechos humanos en aras de revertir el proceso de liberación definitiva de América Latina y el Caribe. Porque ha respaldado la instalación de dictaduras en América latina y el Caribe que nos han costado millones de asesinados, desplazados, torturados y pérdidas materiales y humanas incalculables a causa de los bloqueos económicos y diplomáticos como el que sufre el pueblo cubano. Porque es un agente activo en el proceso de despojo y destrucción de nuestros territorios, y de las empresas públicas y sociales; porque es el promotor activo del etnocidio y la destrucción de nuestra memoria histórica.

Larga es la cadena de atrocidades cometidas por la OEA a nombre de la democracia y los derechos humanos, su recorrido desde 1948 a la fecha está sembrado de cadáveres, violencias y simulaciones. Ahí están aún presentes los golpes de estado en Guatemala, el Cono Sur, la Operación Cóndor, El asesinato de Salvador Allende, el aval a las invasiones estadounidenses a la Republica Dominicana, Haití, Puerto Rico, la Guerra Centroamericana, la proliferación de bases y emplazamientos militares yanquis en nuestros territorios.

La última perla de la OEA lo constituye su respaldo a la subversión y al golpismo en Honduras, Paraguay, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil y Venezuela.

Especialmente en la última; múltiples son las razones, económicas las más obvias, el petróleo y el oro, otras simbólicas y políticas. La Revolución Bolivariana es la contracara de la OEA, de la "Doctrina Monroe", del supuesto "Destino Manifiesto" pregonado por los fundamentalistas yanquis. Es la otra cara de una nueva Indoamérica posible y necesaria. La Revolución Bolivariana es el otro rostro alternativo al capitalismo; es el socialismo en marcha, de un socialismo indoamericano y universal; es el desacato de Chávez, la espada justiciera de nuestro libertador Simón Bolívar, de nuestros próceres, de Hidalgo, Morelos, Zapata, San Martín, Artigas, Morazán, los Martí, Sandino, de nuestro Ernesto Guevara y de Fidel. Venezuela y la Revolución Bolivariana es nuestro sueño, en ella se nos va la vida.

Ustedes saben que no nos rendiremos por ello no podemos demandarle a la OEA, a los criminales, a los culpables del desastre humanitario que se auto apliquen su "Carta Democrática", que se reconozcan culpables y comparezcan por propio pie en la "Corte Internacional"; nuestra ingenuidad no da para tanto, en cambio les demandamos que la OEA abandone territorio mexicano. Pedirles a los violadores de derechos humanos que repudien los crímenes cometidos contra los derechos humanos, la democracia y la dignidad nacional por el gobierno mexicano contra nosotras y nosotros el pueblo es un contrasentido.

Lo único que les exigimos es que se vayan a otra parte, a Washington de ser posible, la verdadera capital de su país, que no ensucien más con su presencia el suelo mexicano, la tierra de la nuestra Indoamérica.  A pesar de su ingenua seguridad y de su supina ignorancia les recordamos que esta América, nuestra Abya Yala, es eso precisamente, NUESTRA. Les recordamos que ganaremos, nosotras y nosotros los más sencillos ¡Ganaremos! Que estamos pensando en eso al lado del Libertador porque esta humanidad ha dicho ¡basta¡

Por ello "…reafirmamos nuestra fe en que la América Latina marchará pronto, unida y vencedora, libre de las ataduras que convierten sus economías en riqueza enajenada al imperialismo norteamericano y que le impiden hacer oír su verdadera voz en las reuniones donde cancilleres domesticados, hacen de coro infamante al amo despótico. Ratificamos, por ello, nuestra decisión de trabajar por ese común destino latinoamericano que permitirá a nuestros países edificar una solidaridad verdadera, asentada en la libre voluntad de cada uno de ellos y en las aspiraciones conjuntas de todos. En la lucha por esa América Latina liberada, frente a las voces obedientes de quienes usurpan su representación oficial, surge ahora, con potencia invencible, la voz genuina de los pueblos, voz que se abre paso desde las entrañas de sus minas de carbón y de estaño, desde sus fábricas y centrales azucareros, desde sus tierras enfeudadas, donde rotos, cholos, gauchos, jíbaros, herederos de Zapata y de Sandino, empuñan las armas de su libertad, voz que resuena en sus poetas y en sus novelistas, en sus estudiantes, en sus mujeres y en sus niños, en sus ancianos desvelados. A esa voz hermana, nosotras y nosotros el pueblo respondemos ¡presente¡".

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Coordinadora mexicana de solidaridad con Venezuela